153. El terror de la guerra y la paz.

Siempre que se esta en una situación de guerra, surgen en contraposición una serie de movimientos y reclamos que abogan por la paz, la armonía y el amor, colocando en el horizonte, como ilusiones, estos valores y otros tantos buenos ideales. Pero la historia de la humanidad ha demostrado, en numerosas y diversas ocasiones, que en nombre de grandes ideales también se hace la guerra, se mata al otro y se produce terror. ¿Cuál es entonces la salida a esta paradoja? Porque es un hecho que si se está en guerra, se anhela con ahínco la paz.

Primero que todo, hay que reconocer en el ser humano una tendencia agresiva que hace parte de su constitución. El ser humano es fundamentalmente un ser hostil, al que le cuesta llevar una vida armónica y feliz. Por esta razón hay que reconocer que dicha armonía en los vínculos, relaciones sin conflictos, amores sin odios y amistades sin tensiones, son metas inalcanzables, y, como dice Estanislao Zuleta en su texto Sobre la guerra, hasta indeseables.

Si el ser humano es fundamentalmente un ser conflictivo, constituido por unos impulsos agresivos irreductibles, lo que se necesita es de –y en este punto cito al maestro Zuleta–, “construir un espacio social y legal en el cual los conflictos puedan manifestarse y desarrollarse, sin que la oposición al otro conduzca a la supresión del otro, matándolo, reduciéndolo a la impotencia o silenciándolo”.

Entonces, lo que habría que hacer es, primero, reconocer que somos seres irremediablemente conflictivos y violentos, –reconocimiento que es opacado y desmentido por todos aquellos discursos que reivindican la paz, la armonía y el amor entre los hombres, como por ejemplo "los buenos somos más"–. Y, segundo, darle lugar en lo social a la tramitación de la agresividad y a la expresión de los conflictos entre los miembros de la sociedad –para lo cual se hace necesario, por parte del Estado, un aparato jurídico y legal que sea eficiente y eficaz–.

Es indudable que nos falta mucho camino por recorrer, aquí en Colombia, antes de alcanzar una convivencia civil que sea efectiva y real.

Comentarios

Luz Nelly dijo…
Hola Bernal, cada vez que leo sus textos en tiendo un poco más el discurso analítico; me resulta muy agradable su confrontación con la realidad que vivimos y mucho de profecía cumplida, aún así, me parece que hay algunas respuestas que ya no encajan con los cambios de un nuevo siglo, por ejemplo, y muy particular: es claro ver como la mujer ha cambiado; se asemeja más al hombre por cumplir con tareas que antes eran estrictamente de ellos. La respuesta que tiene el psicoanálisis a dicho cambio, es que simplemente eso sea ha dado por la envidia que siente la mujer por no tener lo que el hombre tiene y a ella le falta (toda una explicación en torno al falo). De manera muy particular, opino que, dadas las circunstancias que llevó a la mujer a asumir tares que antes no le correspondían, y por lo tanto parecerse más al hombre; dicho paradigma debería ser cambiado, pues es evidente que dicho cambio se dio más por una necesidad que por la envidia como tal: necesidades fisiológicas, de seguridad, de reconocimiento, entre otras, que el hombre dejó, o nunca pudo suplírselas. En esa medida, se podría pensar que lo que llevó a la mujer a dicho cambio, fue más su necesidad de super-vivencia (innata en todos los seres vivos, independientemente del genero)que la envidia hacia el hombre. Ahora, la pregunta sería ¿que está llevando a los hombres a parecerse más a las mujeres, como es el caso de los metro-sexuales?. No es rechazo al discurso analítico lo que me suscita a dichos interrogantes, todo lo contrario, es un llamado al avance e investigación de sus aportes. Nada es estático en la vida, y creo que por lo tanto ninguna ciencia debe serlo, pero creo que el psicoanálisis se encuentra estancado en cuanto a las explicaciones que da a los diferente fenómenos que ocurren. Siento que sus explicaciones al contrario de avanzar, se quedaron en un dogma.

Bueno, pienso que respecto al tema faltaría mucho por decir, y de mí parte mucho mas por saber.

Cordial saludo.

Luz Nelly Acevedo García.
kike dijo…
"El terror de la guerra y la paz."bernal... buenas tardes, bien este texto me sucita una pregunta... si lo sexual causa angustia en determinado momento al ser humano, la agresividad seria causada por lo sexual? o es algo muy aparte de las pulsiones tanaticas....

muy buen texto....

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