63. Salud mental, ética y responsabilidad.
El psicoanálisis no se puede enmarcar dentro de los discursos que trabajan por la salud mental. Él más bien interroga ese concepto, ya que no hay armonía del ser humano con su ambiente y con su propio cuerpo. Si lo mental es lo que le sirve a un organismo para adaptarse de forma adecuada a su medio ambiente, el ser humano parece tener enormes dificultades para hacerlo sin destruir el ambiente o a sí mismo. El ser humano es, de por sí, disarmónico con la realidad. Por esto el psicoanálisis no trabaja con el parámetro de “salud mental”.
Si el psicoanálisis puede tratar la enfermedad mental, es con la condición de que exista el sujeto como ético, como sujeto de derecho; en otras palabras, un sujeto que sea responsable, un sujeto que pueda responder por lo que hace y lo que dice, un sujeto capaz de juzgar su conducta.
El sujeto ético es aquel que puede y es capaz de emitir un juicio sobre lo que ha dicho. Si esto falta, la terapia psicoanalítica no se puede llevar a cabo, ya que se trata de una experiencia donde los sujetos van a hablar de su sufrimiento. Por esta misma razón el psicoanálisis puede intervenir en sujetos que se sienten culpables de lo que hacen o dicen, ya que el sentimiento de culpa es la enfermedad de la responsabilidad. El sentimiento de culpa es la manifestación patológica de la responsabilidad ética en el ser humano.
El sentimiento de culpa significa que el sujeto se siente responsable de... cualquier cosa —de haber bebido, de haber maltratado, de haber pensado o deseado algo, etc.—. El sentimiento de culpa es un afecto del sujeto en la medida en que él es un sujeto ético; todo sujeto ético estará afectado por sentimientos de culpa. Es más, el sentimiento de culpa es el fundamento mismo del lazo social, ya que se necesita de un sujeto capaz de responder por sus actos para que haya vínculos sociales.
Por eso el psicoanálisis rechaza de su práctica al canalla. ¿Qué es un canalla? Es alguien que se inventa siempre disculpas por lo que hace. Puede que sufra, pero la culpa es siempre de los demás. Sin responsabilidad, no hay tratamiento.
Si el psicoanálisis puede tratar la enfermedad mental, es con la condición de que exista el sujeto como ético, como sujeto de derecho; en otras palabras, un sujeto que sea responsable, un sujeto que pueda responder por lo que hace y lo que dice, un sujeto capaz de juzgar su conducta.
El sujeto ético es aquel que puede y es capaz de emitir un juicio sobre lo que ha dicho. Si esto falta, la terapia psicoanalítica no se puede llevar a cabo, ya que se trata de una experiencia donde los sujetos van a hablar de su sufrimiento. Por esta misma razón el psicoanálisis puede intervenir en sujetos que se sienten culpables de lo que hacen o dicen, ya que el sentimiento de culpa es la enfermedad de la responsabilidad. El sentimiento de culpa es la manifestación patológica de la responsabilidad ética en el ser humano.
El sentimiento de culpa significa que el sujeto se siente responsable de... cualquier cosa —de haber bebido, de haber maltratado, de haber pensado o deseado algo, etc.—. El sentimiento de culpa es un afecto del sujeto en la medida en que él es un sujeto ético; todo sujeto ético estará afectado por sentimientos de culpa. Es más, el sentimiento de culpa es el fundamento mismo del lazo social, ya que se necesita de un sujeto capaz de responder por sus actos para que haya vínculos sociales.
Por eso el psicoanálisis rechaza de su práctica al canalla. ¿Qué es un canalla? Es alguien que se inventa siempre disculpas por lo que hace. Puede que sufra, pero la culpa es siempre de los demás. Sin responsabilidad, no hay tratamiento.
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